El jamón ibérico es una auténtica joya de la gastronomía española, y una vez que has empezado a disfrutar de una pieza, es natural que quieras saber cómo conservarlo correctamente para mantener su frescura, sabor y calidad. La clave para maximizar la vida útil de un jamón ibérico no solo radica en la forma de almacenamiento, sino también en cómo lo trates después de haberlo empezado.
En este artículo, te explicaremos cuánto tiempo puedes conservar un jamón ibérico después de empezarlo y te daremos los mejores consejos para asegurarte de que siga siendo una delicia durante semanas o incluso meses.
1. Factores que influyen en la conservación
Antes de determinar cuánto tiempo se puede conservar un jamón ibérico después de empezarlo, es importante entender los factores que afectan su conservación:
- Temperatura: El jamón ibérico necesita una temperatura fresca y estable para evitar que se seque o se dañe.
- Humedad: El ambiente donde guardes el jamón debe tener un nivel de humedad adecuado para que la carne no se reseque.
- Calidad del corte: Cómo cortes y manejes el jamón también influye en su conservación. Un mal corte o una manipulación incorrecta puede exponer más carne de la necesaria y acelerar su deterioro.
- Parte del jamón: Algunas partes del jamón, como la maza, tienden a conservarse mejor debido a su mayor contenido de grasa, mientras que la babilla es más magra y puede secarse más rápidamente.
2. ¿Cuánto tiempo se puede conservar un jamón ibérico entero?
Cuando el jamón ibérico está entero y sin empezar, puede conservarse en condiciones óptimas durante varios meses, e incluso hasta un año, siempre que se mantenga en un lugar fresco, seco y ventilado. Este es el estado en el que el jamón se conserva mejor debido a su cobertura natural de grasa, que actúa como una barrera protectora.
Sin embargo, una vez que el jamón ha sido empezado, su conservación cambia y es necesario tomar medidas adicionales para mantener su frescura.

3. Conservación después de empezar el jamón
Una vez que el jamón ibérico ha sido empezado, su tiempo de conservación dependerá de cómo lo almacenes y lo cortes. En términos generales, un jamón ibérico puede conservarse en buen estado entre 1 y 3 meses después de ser empezado, siempre que sigas las recomendaciones adecuadas.
A. Cubrir la parte cortada
El mayor enemigo del jamón ibérico una vez que ha sido empezado es el aire. La carne expuesta tiende a secarse rápidamente si no se cubre correctamente. Por lo tanto, cada vez que termines de cortar una porción de jamón, es fundamental que cubras la zona expuesta.
- Grasa natural del jamón: Una de las mejores formas de conservar el jamón es cubriendo la parte cortada con la grasa que retiraste durante la limpieza. La grasa actúa como una barrera natural que protege la carne de la oxidación y evita que se seque.
- Paño de algodón: También puedes cubrir el jamón con un paño de algodón limpio o una tela transpirable. Evita plásticos u otros materiales que no permitan que el jamón respire, ya que esto puede causar que la carne sude y se estropee.
B. Temperatura ideal
El jamón ibérico no debe almacenarse en el refrigerador, ya que el frío extremo puede alterar su textura y sabor. Lo ideal es conservar el jamón en un lugar fresco, seco y con una temperatura constante entre 15ºC y 20ºC.
- Evita fuentes de calor: Nunca almacenes el jamón cerca de fuentes de calor como radiadores o ventanas donde reciba luz directa del sol, ya que esto puede acelerar su deterioro.
- Humedad adecuada: Si el ambiente es demasiado seco, la carne se deshidratará rápidamente. Una humedad relativa de entre el 60% y el 70% es ideal para conservar el jamón en condiciones óptimas.
C. Consumo regular
Para maximizar la frescura del jamón, es importante cortarlo y consumirlo regularmente. Si planeas tener el jamón durante varias semanas o meses, te recomendamos empezar por la babilla, que es más magra y se seca más rápidamente. Al consumir primero esta parte, te aseguras de que la maza (más jugosa) se mantenga en mejores condiciones durante más tiempo.
4. Signos de que un jamón está en buen estado
Es importante que sepas identificar si el jamón sigue en buen estado o si ha comenzado a deteriorarse. Aquí te indicamos algunos signos a tener en cuenta:
- Color: La carne del jamón debe tener un color rojo brillante. Si notas que ha adquirido un tono grisáceo o marrón, es una señal de que el jamón se ha oxidado.
- Olor: El jamón ibérico debe tener un aroma agradable y ligeramente dulce. Si detectas un olor fuerte o desagradable, es probable que el jamón haya empezado a descomponerse.
- Textura: Si la carne se ha vuelto seca y dura en exceso, es señal de que no ha sido almacenada correctamente y ha perdido su jugosidad.
5. Conservación del jamón cortado
Si ya has cortado lonchas de jamón ibérico y quieres conservarlas, es fundamental hacerlo de manera adecuada. Las lonchas deben estar protegidas del aire para que no se sequen.
- Envase al vacío: Una opción excelente es envasar las lonchas en bolsas al vacío. Este método elimina el aire y permite que las lonchas se conserven durante varias semanas en la nevera sin perder su sabor ni textura.
- Envuelto en papel de aluminio: Si no tienes un sistema de envasado al vacío, puedes envolver las lonchas en papel de aluminio o film transparente y guardarlas en el frigorífico por un máximo de 7 a 10 días.
Recuerda que el jamón debe servirse a temperatura ambiente para disfrutar de todo su sabor, por lo que deberás sacarlo del refrigerador al menos 30 minutos antes de consumirlo.
6. ¿Se puede congelar el jamón ibérico?
Aunque es posible congelar el jamón ibérico, no es recomendable, ya que el proceso de congelación puede afectar negativamente a la textura y sabor del jamón. La grasa del jamón ibérico es muy delicada y puede volverse rancia al descongelarse. Si decides congelarlo, asegúrate de hacerlo en porciones pequeñas y bien envueltas en plástico para evitar la formación de escarcha.
Conclusión: Disfrutar del jamón ibérico durante más tiempo
El jamón ibérico es un producto que, con el almacenamiento y cuidado adecuados, puede disfrutarse durante semanas o incluso meses después de haberlo empezado. Cubrir la parte cortada, mantenerlo en un lugar fresco y consumirlo regularmente son claves para conservar su sabor y textura.
En Lux Ibérico, te ofrecemos jamones ibéricos de la más alta calidad y te damos los mejores consejos para que disfrutes de ellos en su punto óptimo. Con un buen manejo y cuidado, podrás prolongar la experiencia de saborear este manjar en cada ocasión.









